Configurar armarios de cocina de forma individual ofrece una flexibilidad máxima en la planificación, ideal para distribuciones personalizadas, necesidades específicas o proyectos de cocina DIY. Para que el resultado sea no solo estético sino también funcional, debes tener en cuenta algunos puntos clave.
Primero, una medición precisa del espacio es fundamental. Ten en cuenta no solo la longitud y altura de las paredes, sino también ventanas, puertas, enchufes y conexiones. Así te asegurarás de que todos los armarios, ya sean columnas altas o muebles bajos estrechos, encajen perfectamente sin dejar huecos ni rincones desaprovechados.
Elige armarios bajos, colgantes y columnas que se ajusten a tus necesidades. Planifica suficiente espacio de almacenamiento para la vajilla, las provisiones, los electrodomésticos y la separación de residuos. Ten en cuenta un orden lógico, por ejemplo, flujo de trabajo desde el fregadero hasta la encimera y la zona de cocción.
La coherencia en el diseño también es importante: frentes, tiradores, colores y dimensiones deben combinar entre sí, especialmente si combinas armarios de diferentes fabricantes. Así la cocina tendrá un aspecto armonioso y bien planificado.
Aspectos técnicos como funciones soft-close, estantes ajustables en altura o guías telescópicas aumentan la comodidad. Además, asegúrate de que la altura de la encimera sea ergonómica para evitar dolores de espalda al cocinar.
Por último, pero no menos importante, ten en cuenta el montaje y la estabilidad, sobre todo si instalas los armarios tú mismo. Materiales de alta calidad y accesorios adecuados como zócalos, fijaciones de pared y soluciones para esquinas completan el conjunto.
Conclusión: Quien configura armarios de cocina de forma individual debe planificar tanto estética como funcionalmente, con medidas precisas, un sistema claro y una visión del día a día. Así se crea una cocina que encaja perfectamente contigo.